Para esta actividad, me he decantado por elegir el supermercado de mi pueblo, Caudete de las Fuentes (Valencia). Me ha parecido muy interesante elegir este establecimiento porque carece de señalética, por lo que para ubicar los productos, tienes que preguntar a la dependienta, o investigar a fondo por la tienda.
La situación es la siguiente:
Un compañero de trabajo ha venido a pasar unos días a mi casa durante el fin de semana. Para cenar el sábado por la noche, hemos decidido hacer una pizzas caseras, pero no tenemos queso rallado. Mientras yo amaso la pizza, le digo a mi compañero, que se acerque al super y compre el queso. La dependienta esta haciendo inventario y mi compañero me llama para que lo oriente.
Orientación:
Sal del supermercado. Entra por la puerta y párate. Podrás observar 4 pasillos en la tienda. Toma el primer pasillo empezando por tu derecha. Al final del pasillo encontrarás una nevera grande con embutidos, fiambre… en esa misma nevera, en el extremo derecho están todos los quesos y en la segunda balda podrás ver el queso rallado.
Cuando entro a cualquier supermecado me gusta mirar la señalética para poder orientarme y no perder el tiempo en mi proceso de compra. Pero tristemente, hay pocos supermercados que tienen señalética y normalmente los que la tienen, suele ser muy confusa. Al final, siempre terminas preguntando a cualquier empleado para que te oriente y te diga donde esta el producto que buscas. Esta experiencia de compra suele ser frustrante y lo que puede conseguir es que el cliente no vuelva a comprar.
En mi pueblo vecino hay un Mercadona y un Consum, en Consum cada cierto tiempo cambian de ubicación los productos y es un lío comprar, por lo que yo personalmente prefiero ir a Mercadona, puesto que tengo todo ubicado y termino comprando lo que quiero, sin añadir más productos a mi cesta que los deseados.
En el caso de los supermercados, considero que la señalética es fundamental para crear experiencias enriquecedoras y evitar la frustración del cliente. Muchas empresas como Ikea con su laberinto unidireccional, buscan conducir al cliente durante su proceso de compra y que finalmente acabe comprando más productos de los que llevaba pensado. En definitiva, una buena señalética debe orientar y ubicar al cliente en el espacio sin que este llegue a perderse.
¡Hola María!
Me ha gustado mucho tu propuesta, muy bien explicado.
Entiendo que se trata de una zona difícil, en la que es necesaria dar respuesta a las necesidades pero al mismo tiempo está limitada la construcción, por lo que adecuar y ajustar el sistema a la idiosincrasia del entorno será una de las premisas más importantes, para evitar el impacto visual y paisajístico.
También me ha llamado la atención que dices que «hay falta de higiene», ¿está descuidado por parte del Ayuntamiento o por los usuarios?, ¿o ambos?. Quizás habría que trabajar también en señales reguladoras, y una mayor responsabilidad por parte del cliente (que entiendo es el Ayuntamiento también).
Un saludo,
Lourdes :)